El presidente de la Comisión LIBE presenta mañana una propuesta de resolución en el que demanda un enfoque común regido por el derecho europeo en vigor.
El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar presentará mañana en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo, una propuesta de resolución en la que pide a los Estados miembros que reduzcan las restricciones a la libre circulación a la par que se vayan relajando las medidas de contención de la COVID-19. López Aguilar, que es presidente de esta Comisión, considera fundamental “una coordinación eficaz a nivel de la Unión, con un enfoque más proporcionado que los controles fronterizos nacionales, para permitir que se levanten las restricciones de circulación” cuando la situación de la salud pública en las regiones vecinas mejore.
El dirigente socialista subraya en su propuesta la importancia del retorno a un espacio Schengen “plenamente funcional”, que depende “tanto de la voluntad política de los Estados miembros como de su compromiso de coordinar las medidas en el marco del acervo de Schengen”. Para ello, reclama a la Comisión que asuma el liderazgo de una acción coordinada a nivel comunitario, con el objetivo de abordar el desafío que plantea la COVID-19 a la salud de los ciudadanos europeos, manteniendo al mismo tiempo la zona Schengen como un espacio sin controles en las fronteras interiores, “en el pleno respeto de los principios de solidaridad y confianza mutua”.
EL documento recoge, además, la necesidad de que los países examinen “urgentemente”, junto con el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea, un Plan de Recuperación de Schengen, que incluya los medios para volver “lo antes posible a un espacio plenamente operativo sin controles en las fronteras interiores”.
López Aguilar también ha pedido a la Comisión que ejerza un control adecuado sobre la aplicación del acervo de Schengen y, en concreto, una evaluación de las medidas ya adoptadas por los Estados miembros, la puntualidad y la calidad de las notificaciones efectuadas por los Estados miembros, para seguir de cerca la evolución de la situación. En este sentido, considera que los Estados miembros que hayan introducido controles en las fronteras interiores deben informar al Parlamento Europeo al menos cada seis meses, “proporcionando datos precisos y detallados sobre la base de la reintroducción de los controles en sus fronteras”.