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Esta legislatura del Parlamento Europeo (PE) 2024-2029, que lleva ya un año de andadura, está obligada, como todas las anteriores, a aprender de sus experiencias y, particularmente, de las malas. Debe hacerlo con un compromiso inequívoco de reforzar su integridad, su transparencia y su rendición de cuentas. ¿Por qué? Porque en la Legislatura pasada tuvimos una mala experiencia con el llamado Qatargate, que obligó a este Parlamento Europeo a tomar muy en serio la obligación de reforzar sus estándares de dación de cuentas y de transparencia, y con ello su respetabilidad ante la ciudadanía europea a la que representa.

Exactamente por eso, los principales grupos políticos del PE negociamos y acordamos con el resto de las Instituciones europeas —de conformidad con la base jurídica que presta el artículo 295 del Tratado de Funcionamiento de la UE y el artículo 13 del Tratado de la Unión Europea— un Acuerdo Interinstitucional por el que se establece un Órgano interinstitucional de Normas Éticas (Ethics Body). 

Este órgano contribuirá a compartir buenas prácticas y a elevar ese estándar de dación de cuentas, con la posibilidad también de analizar casos individuales y con el asesoramiento de expertos independientes. Alcanzamos un acuerdo razonable tras esfuerzos incansables para dar vida e impulso a un estándar reconocible de transparencia y responsabilidad.

Ahora, queda cumplir con lo acordado. Ya estamos bien pasado el plazo de cumplir el mandato adquirido por este Parlamento Europeo de reformar su Reglamento interno para implementar todos los detalles del Acuerdo y dar plena seguridad jurídica a todos los preceptos de este. 

Sin embargo, con seria preocupación queremos expresar nuestra frustración ante la actitud del Partido Popular Europeo (PPE), que, aliado con la extrema derecha, ha votado en contra de la reforma al Reglamento interno que estábamos trabajando en la Comisión de Asuntos Constitucionales Este proceso se encuentra políticamente secuestrado por la actitud del PPE y los partidos situados a su derecha.

Me permito recordar a las y los colegas de la bancada popular que el Acuerdo sigue en vigor y nos vincula como Institución parte. Por ello, solo resulta esperable y aceptable que nuestro representante del PE en el Órgano ético atienda sus obligaciones y cumpla con lo acordado.

Por nuestra parte, como grupo político que apoya el Acuerdo, no retrocederemos en nuestra obligación y firme compromiso con los más altos estándares éticos. Estos son esenciales para mejorar la credibilidad y legitimidad de nuestras instituciones, así como la confianza pública en nuestro trabajo.

Aún quedan por delante varios años de legislatura por delante, y continuaremos trabajando. No nos dejaremos disuadir por los intentos taimados de la mayoría de derechas y las extremas derechas de socavar el Órgano ético, que tiene que estar plenamente operativo, cuanto antes mejor.

Publicado en Huffington Post