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Publicada el 30 de mayo

Viene a hablar de la singularidad canaria y de la reforma estatutaria y constitucional, pero de Io que más se habla estos días es del encaje de Cataluña. ¿Una modificación de la Carta Magna puede resolver ese conflicto?

Entre los profesores de Derecho Constitucional hay un consenso creciente sobre la necesidad de acometer la reforma para relanzar su virtualidad integradora. Fui ministro de Justicia en un Gobierno (el de Zapatero) que la impulsó para federalizar el Estado de las autonomías, que no fue posible en 1978, reformar el Senado... Ahora hay que discutir muchos otros puntos pero cuanto antes, porque el problema catalán no se va a disolver. El genio no volverá a la botella, está desatado, y quizá estemos ante la última oportunidad.

¿La fórmula sería el reconocimiento de la plurinacionalidad de la que habla Pedro Sánchez?

Es una aproximación legítima a la propuesta federal. Federar es unir pactando el acuerdo de vivir juntos y reconocer nuestras diferencias, que a menudo incluyen una vocación de autogobierno con mayor intensidad según los territorios. Nuestro país es así y cuanto antes reconozcamos la identidad nacional de Cataluña, más ayudaremos a que siga siendo España, que es lo que yo quiero. También Aragón, Valencia, Baleares, Andalucía, Canarias y las comunidades mal llamadas históricas son nacionalidades.

¿Pero es la solución al problema catalán? Sería un proceso largo y Cataluña sigue dando pasos.

El paso del tiempo solo empeora los problemas. La solución tiene que ser política y constitucional para relanzar el pacto de convivencia. El secesionismo unilateral es inaceptable y tendrá que ser contestado con la ley.

Está en el grupo que prepara la ponencia política para el congreso federal del PSOE. ¿se podrán integrar esta y otras propuestas del nuevo secretario general?

El desafío independentista es la cuestión más grave y la iniciativa para acometerlo y resolverlo debe estar en la agenda de un proyecto político que aspira a volver a gobernar derrotando al PP.

Usted apoyó a Susana Díaz.

El resultado ha sido contundente y nuestro obligación es ayudar a Pedro Sánchez a acertar. Deploro que hace tiempo que todos los socialistas no estamos en un proyecto compartido y la primera responsabilidad del líder es unir al partido con grandeza.

¿Confía en que no habrá purga de los barones como Lambán?

Eso sería prorrogar la división y el problema que nos hace inelegibles para gobernar España.