Publicado en Diario de Avisos
Vista la resonancia política de la primera entrega de la entrevista publicada a Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), en la que anunció en este periódico su candidatura a la Secretaría General del PSC-PSOE, resulta imposible resistirse a la tentación de publicar lo que se quedó en la grabadora por motivos de espacio. La notable trayectoria del protagonista y su voluntad de repetir liderazgo entre los socialistas canarios confirman lo acertado de la decisión.
-¿Por qué insiste en la necesidad de enviar mensajes claros a la sociedad desde el PSOE?
“Cuando era secretario general del PSC-PSOE, todo el mundo tenía claro lo que proponía el Partido Socialista: ahora eso no ocurre. Están temas como la reforma electoral o la Ley del Suelo, pero también hay que hablar sobre la fiscalidad, sobre cómo se reparte la riqueza en Canarias, cómo se ayuda a los parados de larga duración, a las familias en exclusión social, a los becarios que buscan una oportunidad para trabajar en esta tierra y no tener que emigrar…. De eso es de lo que hay que hablar, y no de quién apoyó a quién, como si hubiese una opción buena y otra equivocada en función de quién resulte ganador o ganadora en las primarias del PSOE este domingo. Es imprescindible ser parte de esta conversación, y se lo debo al Partido Socialista Canario. De otro modo no me perdonaría que esa conversación no tuviera lugar”.
-Precisamente y con respecto a la reforma electoral, ha trascendido que la negociación se ha frenado precisamente por el desencuentro existente en el seno del propio PSOE. ¿Qué opinión le merece?
“Insisto en la importancia de posicionarse con claridad sobre los grandes temas, y he vivido con tristeza una etapa en la que no se distingue la posición del PSC sobre los asuntos realmente importantes. La gente ha perdido de vista la referencia del PSOE y nadie puede aspirar a liderar a la sociedad canaria, y particularmente a liderarla desde la izquierda, desde los valores progresistas, si no tiene la posición clara y las ganas de llevarla a la práctica. Y esta es la primera cuestión que me exijo para participar en esa conversación, y a partir de ahí las páginas están en blanco. Desde luego hacen falta equipos, y me encantaría formarlos. He abominado siempre de cualquier exclusión o sectarismo en el PSOE. Quien quiera que gane el 21 de mayo, no concibo un partido socialista que prescinda de Susana Díaz, secretaría general de los socialistas andaluces nada menos, como no concibo un PSOE sin Pedro Sánchez, que ha sido secretario general, como tampoco sin Patxi López, que consiguió ser lendakari después de tantos años de Gobiernos nacionalistas y poner fin al terrorismo de ETA de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno de España. No concibo un PSOE sin alguna de las personas que suenan en los medios. No veo el PSOE sin Patricia Hernández, sin Loli Corujo, sin Ángel Víctor, sin Héctor Gómez… Todos hacen falta”.
-¿Qué análisis realiza en la actualidad de su victoria electoral en Canarias, cuando obtuvo 26 diputados ante una CC que pasaba por un gran momento?
“Hay circunstancias irrepetibles de cómo era el PSOE hace 10 años. Está claro que las actuales han empeorado muchísimo, precisamente por eso me muevo y por eso tengo ganas de dar un paso adelante, porque la situación es peor que hace 10 años. Pero hay otras constantes que merecen la pena analizar. Cuando tienes condiciones, generas confianza y concitas apoyo, y cuando comunicas ganas de ganar, con contenidos y propuestas, en las urnas, ganas. Estuvimos a punto de alcanzar una mayoría absoluta, y tuvimos el mayor caudal de votos -en términos absolutos- de toda la historia de la autonomía canaria. En la circunscripción en que me presenté, la de Gran Canaria, tuvimos unos resultados jamás logrados ni en el mejor momento áureo del mejor felipismo. Fue porque transmitimos mucha energía e ilusión, y aun así escuché a compañeros y compañeras decir “si ni siquiera en estas circunstancias obtuvimos la mayoría absoluta, es que es imposible”. Mi respuesta es otra. Mi respuesta es que si tenemos esa actitud, esas ganas, con las fuerzas bastantes, durante el tiempo bastante y en todas las Islas, tendríamos mayoría absoluta incluso con este sistema electoral que no hemos conseguido cambiar. No es imposible, pero hace falta un PSC mejor que el actual. Y quiero contribuir a construirlo, a conformarlo, sin prescindir de nada ni de nadie, porque nadie sobra en este partido socialista, siendo más de los que actualmente somos y siendo mejores de los que actualmente somos”.
-¿Teme que le reprochen que parte de este deterioro que usted detecta en el PSC actual se debe precisamente a su marcha a otros ámbitos de la política, justo cuando era un líder fuerte e indiscutido para el partido?
“En aquel momento teníamos una posición de ventaja y liderazgo en un buen número de las Islas. Hubo unas elecciones europeas en las que conseguimos más del 40% de los votos, muy lejos de los que ahora conseguimos, tanto en Canarias como en España. Fue posible, en aquel momento, hacer un congreso democrático para transferir la Secretaría General en una competición entre tres candidatos, respeto y valoro a cada uno de ellos entonces y ahora, a Arcadio, a Manuel Marcos y a José Miguel. Y ganó José Miguel, en un momento en que teníamos una ventaja muy clara en la política canaria. Lo que ha pasado después lo he vivido con el amor e incluso con la pasión de mis muchos años de militancia socialista. Pero como ahora, 10 años después, la situación es mucho peor, es coherente implicarme en este debate necesario para volver a situar al Partido Socialista en la centralidad necesaria para poner fin a 25 años de gobiernos de Coalición Canaria. Es evidente que ahora es mucho más difícil que entonces, por eso me involucro”.
-No quiere hablar ni de personas ni de familias, sino de ideas…
(Interrumpe con vehemencia, pero sin resultar desconsiderado) “Es que me interesa ese debate de las ideas. Es evidente que el PSOE no pasa por su mejor momento. El clima de convivencia se ha deteriorado desde el espacio federal hasta la última agrupación electoral. Recorro toda España al ser eurodiputado y acudo allí a donde me invitan, y en toda la geografía española veo que en todas las agrupaciones hay gente que se ha dejado de saludar, se percibe con claridad y por eso me estoy empleando a fondo para llamar la atención sobre ello y ofrecer una alternativa, tendiendo puentes, aspiro a una reunificación del PSOE. Me duele acudir a actos del PSOE echando de menos a muchos socialistas que en ese acto no están porque están en otro acto. Y aún peor, a los socialistas que han intentado boicotear o minar ese acto y que otros compañeros y compañeras no acudieran, porque en ese acto estaban a su juicio los que apoyan una candidatura equivocada. Aspiro a un PSOE que deje atrás ese estado mental, pero no aspiro a crear ninguna otra familia, ningún otro clan con respecto a los que considero que hoy están empobreciendo y mutilando al Partido Socialista en escaramuzas orgánicas que nos deterioran ante la ciudadanía hasta el punto de hacer no ya difícil, sino inviable, recuperar la confianza de los votantes necesaria para estar en el Gobierno. Estuve en la Secretaría General del PSC-PSOE y nunca hubo juanfernandistas. Alguna tentación hubo, que la vi en prensa, y yo mismo la desactivé, urgiendo siempre a que todos fuéramos socialistas. Aspiro ahora a eso doblemente cargado de razón, porque el partido está ahora amenazado como nunca por el faccionalismo intestino, por las posturas cainitas que nos hacen inelegibles para la mayoría de gobierno”.
-¿Detecta ese conflicto interno, dice, tanto en las Islas como en el resto de España?
“Lo he visto aquí como lo he visto en Galicia, en Asturias, en Cataluña, en Madrid… En toda España”.
-¿No es el caso del grupo municipal del PSOE en La Laguna un claro ejemplo de ese cainismo?
“Me entristece esa situación no solo por la agrupación de La Laguna, sino por los ciudadanos de La Laguna, que tienen derecho a una mayoría alternativa a la que han padecido durante demasiado tiempo; tienen derecho a un alcalde progresista porque han votado mayoritariamente por un alcalde progresista, por primera vez desde muchos años, desde que le pusieron la moción de censura a Pepe Segura. Y no la hay por la división interna de esa mayoría progresista y particularmente por el desencuentro entre los concejales elegidos bajos las siglas del PSOE. Creo que esto es una gran decepción para la mayoría de los ciudadanos de La Laguna y me gustaría contribuir a superarla. Quiero una moción de censura en La Laguna, y la quiero con propósito, con un liderazgo claro, con un programa alternativo. Soy consciente de que, debilitada como nunca CC, con menos votos y escaños que nunca, desprestigiada por su trayectoria en el Gobierno de Canarias, sin embargo continúa presidiendo ese Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife, el Ayuntamiento de Santa Cruz y el de La Laguna. Ya va siendo hora de que, allí donde sumemos votos suficientes para acabar con eso, no dejemos pasar ni una sola oportunidad”.
-¿Apoyaría esa moción de censura aunque ello suponga que el nuevo alcalde sea Santiago Pérez, un histórico del PSOE que se presentó como independiente por NC?
“Es una decisión que no me corresponde y que no debo adelantarla. Pero sí que respaldo con claridad esa moción de censura en el Ayuntamiento de La Laguna”.
-¿Piensa igual respecto al Gobierno de Canarias o entiende que la legislatura actual no ofrece a estas alturas una posibilidad de cambio?
“Quedan dos años y no están escritos, y hay opciones abiertas para otro Gobierno en Canarias; lo que hay que descartar son las que ya han fallado”.
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